Alteridad (del latín alter: el "otro" de “entre dos términos”, considerado
desde la posición del "uno", es decir, del yo) es el
principio filosófico de "alternar" o “cambiar” la propia
perspectiva por la del "otro",
considerando y t
eniendo en cuenta el punto de vista de aquel o aquella dentro
de la diversidad por lo que es característica contraria a identidad cuya
cualidad general evidencia en las cosas como múltiples y diversas entre sí.
Platón (en griego
antiguo: Πλάτων - nacido en Atenas o Egina,. 427-347 a. C.),
estableció como acepción de Alteridad a partir del Alter o «lo otro» dandole el
rango de ser una de las propiedades generales (o clases generales) de las
ideas, o formas, junto con el movimiento, la quietud, la existencia (o el ser)
y la igualdad, y es lo que hace que cada cosa sea «otra respecto de las demás».
Así como la «existencia» propia del no ser que no puede existir en un sentido absoluto,
sino sólo relacional: el no ser existe sólo en cuanto una cosa «no es» la otra;
en la multiplicidad de lo que es. Para Aristóteles la alteridad es la
diferencia. La lógica del género y la diferencia le basta para poder precisar
con sentido lo que algo es o no es.
Es por ello que Platón dice: “Dios ha compuesto el
mundo de la naturaleza de lo uno y de lo otro” (ton eterôu). Razón por la cual,
la alteridad hay que entenderla a partir de una
división entre un “yo” y un “otro”, o entre un “nosotros” y un “ellos”. El “otro” tiene
costumbres, tradiciones y representaciones diferentes a las del “yo”: por eso forma parte de “ellos” y no de “nosotros”. Por lo que implica ponerse en el lugar de ese “otro”, alternando la perspectiva propia con la ajena.
Georg Wilhelm Friedrich
Hegel (Stuttgart, 27
de agosto de 1770 – Berlín, 14 de noviembre de 1831)
cuya filosofía sobre la alteridad, con el nombre de «lo otro», un lugar destacado, y
hasta necesario, en la constitución del sentido (y de la realidad) de las
cosas. Todo es lo que es, pero la comprensión de lo que algo es depende de comprender
lo que no es, porque nada «es» simplemente; todo se relaciona -dialécticamente-
con todo. Lo finito no es sólo un límite cuantitativo; es la negación de todas
las otras cosas que puede ser: no ser (cualitativamente) estas otras cosas es
su sentido. Entre las cosas que para ser plenamente necesitan del «otro» está
en particular el «yo».
En consecuencia, Hegel sostiene que “en todo hay «lo
otro» lo que está en el fondo de toda determinabilidad es la negación (omnis determinatio est negatio, como
dice Spinoza, 1632-1677). [...] Y esta negación es lo que llamamos límite.
Alguna cosa es lo que es en su límite y por su límite. No se debe considerar el
límite como puramente exterior a la existencia, sino más bien como envolviendo
la existencia entera. Cuando se confunde el límite cuantitativo con el
cualitativo, se considera el límite como una determinación exterior a la
existencia. Aquí sólo se trata del límite cualitativo. Cuando se considera la
extensión, las tres yugadas, por ejemplo, de una tierra se tiene el límite
cuantitativo. Pero esta tierra es un prado, no es un monte, y éste es su límite
cualitativo. -El hombre, si quiere ser realmente, debe existir y limitarse
hasta el fin. Aquel que se disgusta demasiado ante lo finito no alcanza
realidad alguna, se agita en el mundo de las abstracciones y se consume dentro
de sí mismo”.
Seguidamente, Hegel argumenta que “Si consideramos
ahora lo que tenemos en el límite, hallaremos que encierra en sí mismo una
contradicción y que se produce así como un momento dialéctico. El límite, en
efecto, constituye, de una parte, la realidad de la existencia, y, de otra, es
su negación. Pero en cuanto negación de alguna cosa no es el no-ser abstracto
en general, sino un no-ser que es, o lo que llamamos lo otro. En la alguna cosa
nos es dado también lo otro y sabemos que tenemos, no solamente la alguna cosa,
sino lo otro también. [...]”.
Es asi como en la filosofía
contemporánea, en autores sobre todo como Husserl,
Sartre, Merleau-Ponty y Levinas,
ha desarrollado el concepto de alteridad como la presencia necesaria del otro,
no sólo para la existencia y constitución del propio yo, sino sobre todo para
la constitución de la intersubjetividad. Esto
quiere decir que la alteridad representa una voluntad de entendimiento que
fomenta el diálogo y propicia
las relaciones pacíficas. Cuando un hombre judío entabla una relación amorosa
con una mujer católica, la alteridad es indispensable para entender y aceptar
las diferencias entre ambos. En cambio, si se registra una escasa alteridad, la relación será
imposible ya que las dos visiones del mundo sólo chocarán entre sí y no habrá
espacio para el entendimiento.
En conclusión se puede
establecer que la alteridad es ponerse en la perspectiva de la otra persona. Es
sentir lo que la otra persona ve y siente ante una situación. Es muy difícil
lograr la alteridad en un momento dado, pues las visiones particulares de dos
personas por ejemplo. Son difíciles de asimilar por uno de los participantes.
Hay que tener mucha amplitud mental, para lograr ver y sentir lo que siente y
ve la otra persona. Si enfocamos la alteridad con la ética podemos aseverar que
seria comprender desde nuestra visión y sentimientos las reglas morales y de
conducta que una persona o sociedad han creado a lo largo del tiempo para su
propio bienestar. Se puede decir que a medida que comprendamos desde nuestra
perspectiva las reglas sociales de otros podemos salvar diferencias que puedan
causar daños y mal entendidos a la hora de comunicarnos y hacernos comprender.
Fuentes consultadas:
AGUILERA, Ricardo, “Lógica”,
Primera parte, XCI, Zusatz -XCII, Zusatz Madrid 1973, p. 148-50.
KROTZ, Esteban. 1999.
"Alteridad y pregunta antropológica". En Constructores de otredad.
Antropofagia, Buenos Aires. pp. 16-21.
NAVARRO, OLIVIA (2007), “El «rostro» del otro: Una lectura de la
ética de la alteridad de Emmanuel Lévinas”. © Contrastes. Revista
Internacional de Filosofía, vol. XIII (2008), pp. 177-194. ISSN: 1136-4076.
Licenciatura de Filosofía, Universidad de Málaga, Facultad de Filosofía y Letras.
Campus de Teatinos, E-29071 Málaga (España).
QUESADA, Balbino (2011), “Aproximación
al concepto de “alteridad” en Lévinas”. Propedéutica de una nueva ética como
filosofía primera. Investigaciones Fenomenológicas, vol. monográfico
3: Fenomenología y política.